HABLAR MAL DE MÉXICO

Sorprendieron las declaraciones del presidente FC respecto de los que “hablamos mal de México”. Mas que sorprenderme, me asombra. Lo que veo, oigo, leo en diversos medios, diferentes personas de pensamiento libre y no servil, es que no hablan mal de México, me explico.

Si digo que la corrupción está en su máximo apogeo como no se estaba dando en muchos años (ni siquiera priistas), no es hablar mal de México. Si digo que los servicios de salud son insuficientes y malos, no es hablar mal de México. Si señalo que la violencia está apoderada de gran parte del país, no estoy hablando mal de México, cuando menciono que hay baja inversión en educación, peor presupuesto en investigación y tecnología, no hablo mal de México. Que el mismo sistema educativo deja mucho que desear, que no hay estímulos para las pequeñas y medianas empresas para generar empleos, que la pobreza sigue sin ser abatida y aún más se sigue incrementando, que las desigualdades entre las clases sociales se han aumentado, que…

Insisto, mencionar todo eso y más que existe en nuestro país no es hablar mal de él. ¿O acaso cree Felipe Calderón, que él es México?, sólo así me explico que nuestro presidente diga que hablamos mal de México. Porque México es más, mucho más, que FC, que García Luna, que Cordero, que Gómez Montt, etc, (digo, pues ellos por lo que veo creen ser México, y aunque se creen, eso sí, dueños de México, que no lo son aunque pareciera, NO SON MÉXICO.

Todavía se avienta la puntada de decir que un brasileño no habla mal de Brasil, yo le agregaría que Brasil tiene un presidente que no se llama Felipe Calderón, por allí podría comenzar. Brasil tiene muchos avances, siendo (“a pesar de ser” dirían los derechistas, algunos) un gobierno de izquierda como nos cacarean. Pero no hablemos de Brasil.

Hablar, señalar, referirse a las deficiencias y carencias que cometen, tienen nuestros gobernantes, autoridades es hablar mal de ellos.

Decir que el grupo de poder y secretarios de gobierno, subsecretarios, etc, son incapaces de hacer un buen gobierno, de lograr una captación hacendaria correcta, de lograr que la población tenga empleo, de hacer REFORMAS DE UTILIDAD PARA EL PAíS NO PARA APROVECHAMIENTO DE LOS SOCIOS DEL GOBIERNO EN TURNO, de reducir la pobreza, de generar empleos, de eliminar la violencia no de provocarla, de aumentar la cantidad de alumnos en universidades y que sus egresados se integren a la fuerza laboral con buenos salarios, que haya investigadores bien remunerados, que los servicios sean de calidad, que el “narco” no sea el mandón en el pais por muy minoría que sean, que los funcionarios sean patriotas de verdad que al llegar al poder no digan, “¡ya la hicimos!” pensando en que su vida y varias de su generaciones posteriores vivirán con todos los lujos gracias al aprovechamiento y beneficios del poder; que las instituciones sean dignas de un pais grandioso pues ellas mismas deberían ser motivo de ello.

Decir que los Felipe Calderón, Gómez Mont, Lozanos, Corderos, Horcasitas, Motas, Maderos, etc. Son inútiles, ineptos, insensibles, ignorantes y más adjetivos demostrados por su hechos, es en el peor de los casos, deslindar sus acciones de México, ¡porque ellos no son México!.